Hoy hemos tenido sesión de psicomotricidad con un grupo educativo de niños y niñas de 2 años.
Es lunes y hacemos la sesión a primera hora de la mañana , con lo que la angustia por separase de sus figuras maternantes en algunos niños está muy a "flor de piel" (nunca mejor dijo ya que es en el cuerpo donde se engraman las angustias )
Katy es una niña bonita , cuidada en su vestir , muy observadora ,con capacidad de disfrutar y relacionarse. Acude de forma irregular al colegio , manifiesta cierta tendencia hacia la inhibición y, a veces , expresa la angustia de pérdida en la separación con su madre de una forma muy intensa , a través de un llanto continuado y el bloqueo a la acción exploratoria . Otras veces , ayudada por algún peluche u objeto que trae de casa , lleva mejor el primer momento de la mañana. De cualquier forma, con el acompañamiento de su profesora , suele calmarse pasado un tiempo .
Hoy no ha sido así . Llevaba unos días sin venir a clase y hoy su profesora no ha podido estar y hay otra persona en su aula. Ha entrado a la sala de psicomotricidad con crisis de llanto , sin querer quitarse los zapatos y sin ganas de sentarse , ni jugar . ¿Qué hacer?
Primero , calmar posibles resonancias propias . Escuchar llorar de esa forma a una niña tan pequeña puede tocar resortes propios de angustia y bloquearnos por un momento . En mi caso , el trabajo personal durante mi formación y mis años de psicomotricista , me han facilitado entender esa angustia , saber qué conexiones hay con mis propias vivencias y aprovecharlo para ayudar . Quizás la entiendo "demasiado bien" por mi carácter inhibitorio en la infancia y ello me lleva a poder conectar y ajustarme a ello tras haberlo trabajado .
Hoy no ha sido así . Llevaba unos días sin venir a clase y hoy su profesora no ha podido estar y hay otra persona en su aula. Ha entrado a la sala de psicomotricidad con crisis de llanto , sin querer quitarse los zapatos y sin ganas de sentarse , ni jugar . ¿Qué hacer?
Primero , calmar posibles resonancias propias . Escuchar llorar de esa forma a una niña tan pequeña puede tocar resortes propios de angustia y bloquearnos por un momento . En mi caso , el trabajo personal durante mi formación y mis años de psicomotricista , me han facilitado entender esa angustia , saber qué conexiones hay con mis propias vivencias y aprovecharlo para ayudar . Quizás la entiendo "demasiado bien" por mi carácter inhibitorio en la infancia y ello me lleva a poder conectar y ajustarme a ello tras haberlo trabajado .
Segundo y, relacionado con lo primero, entender su angustia. A veces , nos sorprende su intensidad y, desde el mundo adulto, tratamos de quitarle importancia o "forzar" su desaparición rápida . La angustia de pérdida que se actualiza en la niña en la separación física se "mete" en su cuerpo y es un mecanismo inconsciente y primario para luchar por la propia supervivencia . Hay niños que y entornos que logran "calmarla" antes en la socialización y otros tardan más. Validar su emoción , ponerle palabras , cantarla , sin ridiculizarla o desvalorizarla es importante.
Tercero , para acompañar esa angustia , las palabras no suelen ser suficientes , hay que hacerlo también tónicamente . Un abrazo , una mano en la espalda , un coger la mano con la nuestra puede ayudarles , siempre en el caso de que admitan este contacto . A veces , no es fácil poder hacerlo en un grupo grande con muchos más niños y niñas, entre ellos algunos pulsionales .
Hoy había menos niños , contaba con una compañera en prácticas con sensibilidad, resuelta y competente y eso ha ayudado también a poder acompañar la angustia de Katy. Un abrazo , primero , una mano en su espalda , después y un ir por la sala paseando con la niña cogida de la mano ha ido posibilitando su estar .
Al principio , no ha querido soltar mi mano durante mucho tiempo .. Después , le he ido ofreciendo diferentes materiales para sustituir simbólicamente mi mano ( y su objeto madre, en última instancia ) por otros elementos que pudiera prensar , sostener para seguir reasegurándose en esa angustia de pérdida.
Tercero , para acompañar esa angustia , las palabras no suelen ser suficientes , hay que hacerlo también tónicamente . Un abrazo , una mano en la espalda , un coger la mano con la nuestra puede ayudarles , siempre en el caso de que admitan este contacto . A veces , no es fácil poder hacerlo en un grupo grande con muchos más niños y niñas, entre ellos algunos pulsionales .
Hoy había menos niños , contaba con una compañera en prácticas con sensibilidad, resuelta y competente y eso ha ayudado también a poder acompañar la angustia de Katy. Un abrazo , primero , una mano en su espalda , después y un ir por la sala paseando con la niña cogida de la mano ha ido posibilitando su estar .
Estas propuestas no han tenido éxito , aunque el llanto ha cesado . Hemos seguido cogidas de la mano durante buena parte de la sesión , hasta que le he ido proponiendo que nos separarámos durante algún momento para poder alejarme un poco y volver a acercarme . Así, mientras yo aprovechaba para hacer algunas propuestas de material para el grupo , ha podido soportar estos alejamientos , acercándose de cualquier forma mucho a mí, aunque ya en contacto visual y no de tacto.

Para acabar la sesión , en el momento de la historia , ha aceptado situarse más lejos de mí y ha estado mirando el cuento . Un cuento de pestañas en el que animales que no están , aparecen al levantar el cartón ( también relacionado con la angustia de pérdida) . Después , hemos cantado y ha participado para coger los zapatos , ponérselos sola y hacer la fila para irse . Irse más tranquila , más dispuesta al mundo , una vez calmada , de cierta manera, esa angustia.
En un grupo grande esto no siempre es fácil de hacer , siendo posible poner en marcha estrategias para calmar la angustia en cualquier caso . La sala , sus dispositivo , sus materiales ayudan a ello con el ajuste tónico-emocional de la psicomotricista , que puede hacer el acompañamiento de una forma más individualizada y "cercana" en un momento dado y, en otras , un poco más distanciada . Desde esa calma de la angustia, los niños estarán dispuestos al placer de explorar y aprender desde su acción en el contexto.
"Así, la angustia-tensión se ve apaciguada , superada y abre la vía a la emergencia del placer que favorece el desarrollo psicoafectivo relacional , cognitivo e instrumental del niño, y, sobre todo, el proceso profundo de los procesos de reaseguramiento"
Bernard Aucouturier , "Actuar, jugar, pensar" , Editorial Grao 2018