YO TAMBIÉN CONFÍO EN LAS MAESTRAS. Diario de una madre en construcción de una nueva normalidad.

 


Todos los años le hago a mi hijo una foto con su mochila antes de salir de casa el primer día de curso escolar. Y siento entonces diferentes emociones. Alegría compartiendo la suya al ver como está deseando ver a  compañeros de clase que no ve desde hace más tiempo. Seguridad al ver cómo ha crecido durante el verano y todas las capacidades que tiene 
(no lo estamos haciendo tan mal). Calma por saber que va a estar en un entorno seguro. Curiosidad pensando cómo le irá, qué aprenderá, cómo se manejará ... Y un ramalazo de miedo y tristeza porque cada vez le acompaño desde una mayor distancia y se despide con un rápido "pseudobeso" y un "¡Venga, adiós! Ya voy yo corriendo" 


Y este año, después de casi seis meses sin cole presencial ... también he notado todas esas emociones ...
más intensamente... Más alegría por ver como al final sí se ha podido materializar la vuelta al cole de forma presencial . Y también un poco más de ¿miedo? por la  incertidumbre de si podrá durar esto y cómo irán yendo las cosas con el virus en el entorno escolar. Ese miedo podría nublar un poco esas otras emociones más agradables que siento (en algún ratillo lo consigue), pero el poder compartir esto y contar con otras madres y padres, la flexibilidad que hemos tenido que ir desarrollando, la confianza en las propias capacidades de mi hijo para respetar las medidas sanitarias (sin saber que no va en burbuja y hay cierto riesgo) y el creer que el profesorado va a hacer todo lo posible que dependa de ellos, me genera una emoción de mayor seguridad dentro de esta incertidumbre. 

Es verdad que a mí me gustaría que el contexto pudiera ser diferente y que los centros escolares pudieran contar con más recursos materiales, técnicos y humanos (o gestionados de otra forma) para bajar las ratios de las clases,  para distribuir las mesas y sillas de otra manera, para no acabar haciendo que todo se digitalice más incluso en lo presencial, para no disminuir el aprendizaje cooperativo o experimental que requiere otra cercanía, para que no se tenga que quedar algún grupo una vez a la semana sin bajar al patio, para ventilar mejor, para que haya más personal en la enfermería escolar ... para ...y más para ...

Y, sin dejar de reclamar y luchar por todo eso, me seguriza el confiar en las maestras y maestros, en las personas de carne y hueso con nombre y apellidos que acompañarán a nuestros hijos e hijas. Voy a confiar en ellos y ellas. Primero porque no me queda otra. Segundo porque sé que es bueno para poder transmitir esa confianza también a mi hijo. Y tercero porque conozco muchas profesoras y maestros y sé que, más allá del entramado más o menos rico o deficitario de medios y organización, tienen en mente poder dar la mayor seguridad posible a niños y niñas. 

Así que yo también confío en las maestras, Vicenç Arnaiz. Gracias como siempre por ofrecernos esa mirada desde el otro lado. 

https://www.facebook.com/vicens.arnaiz.sancho/ 

Sé,  además, que muchas de las maestras están ya con la clave de priorizar los aspectos emocionales, la educación en valores para la salud y la convivencia, mostrar una necesaria afectividad y el enseñar a aprender para la vida frente a la mera transmisión de contenidos "académicos tipo" (basada en la memorización a cuyo aprendizaje por parte del alumnado se le pone nota en un examen). Y, sabiendo esto les pediría a quienes ya lo hacen y a quienes aún no tanto, que,  sobre todo,  este curso, pudieran hacer un esfuerzo en este sentido. 

"A toda la comunidad educativa, os deseo mucho ánimo en este curso escolar en el que tenéis la oportunidad de liderar la gestión socio emocional de la próxima generación. No olvides los contenidos se olvidan, pero la capacidad de aprender es para siempre"(Roberto Aguado)

Igualmente me gustaría que, de alguna forma y con algún formato creativo ( entendiendo las dificultades que implica) la educación física siguiera estando muy presente en la escuela. También,  la psicomotricidad u otras disciplinas corporales. Y, por supuesto, en cuanto sea posible y con todas las medidas necesarias y más, la vuelta del deporte escolar. 

De la misma forma, sea cual sea el formato final que haya que adoptar (o los múltiples formatos) me gustaría que, en cualquier caso, se tenga en cuenta el valor de la equidad, de forma que no se creen brechas educativas entre la población más vulnerable por cuestiones de adaptación del sistema ante una crisis sanitaria. 

“Dentro de los muchos desafíos que como sociedad vamos a tener que enfrentar, (durante la etapa de desescalada o postconfinamiento) está el de garantizar el desarrollo pleno de todos los niños, niñas y adolescentes que viven en nuestro país, sin distinción alguna, sin dejar a nadie atrás. Si somos capaces de dar respuestas eficaces a los niños, niñas y adolescentes no solo estaremos asegurando su presente como sujetos de derechos sino también nuestro futuro como sociedad, contaremos con personas que han podido desarrollar todo su potencial, con diversas habilidades (incluida la resiliencia) y ciudadanos activos. Como sociedad estaremos mejor preparados para afrontar nuevos desafíos.” (CUADERNOS PARA LA ACCIÓN LOCAL. Medidas para la creación de entornos protectores de cuidado y recreación para la infancia y adolescencia en el post-confinamiento. Espirales Consultoria UNICEF ESPAÑA)

 https://drive.google.com/file/d/1N8buy9xGJjo0yT7ItFP86lC2w7sEdewM/view



Iremos viendo cómo va el curso escolar. En cualquier caso, sabemos que son muchos los aprendizajes para la vida que ya han ido realizando durante estos meses  y seguirán haciéndolo. Tratemos que, dentro de lo posible, puedan hacerlo en un entorno seguro. Y al hablar de entorno seguro, no me refiero sólo a medidas de tipo higiénico sanitarias (que también), sino a muchos otros factores de seguridad emocional. Y no me refiero sólo a seguridad en el entorno escolar, sino en el familiar y otros ... en cooperación y complicidad. En la medida en que podamos remar conjuntamente, podremos mejor con el oleaje. A veces, nos quejamos de que el cuerpo político va cada uno a lo suyo y, a veces, no nos damos cuenta de que por "acá abajo" también pasa.Y yo, a veces, la primera, mirando con lupa la información que manda el cole para ver algo que chirría...Menos mal que tengo también ratos de lucidez ...

Bego Ruiz. Psicóloga , educadora y psicomotricista de Bidegintza. 

#Emozi-on Con la Colaboración de la Fundación Accenture.

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