DIARIO DE UNA MADRE EN LA CUARENTENA: QUÉ HACER CON LOS CONFLICTOS Y DISCUSIONES EN CASA



Ayer fue un día con mayor agobio en casa. Se notan los días y el cansancio de estar en casa sin poder salir pesa.  Un poco de enfado por la frustración, un poco de tristeza por lo que ocurre , algo de miedo también... Ayer quedó patente  este cansancio  en que tuvimos algunas discusiones más. Entre la pareja y con el niño. 

Con el niño, por el incumplimiento de los periodos negociados para usar las pantallas y con mi pareja por tener ideas diferentes de cómo reaccionar ante el exagerado ruido que llega del piso de los vecinos de arriba. (mejor no os cuento la solución de mi pareja para ello) 

Aún así he de reconocer que el acuerdo que "firmamos" cuando comenzó la cuarentena  nos ayuda a que las discusiones no se suban demasiado de tono. 

Acordamos que íbamos a hacer todos un esfuerzo para tener más paciencia , no pelearnos o si nos peleábamos que pudiera ser de forma suave y arreglarlo pronto. Y, de momento, lo vamos consiguiendo.Y estoy muy sorprendida, la verdad.  Incluso ayer que fue un día más mustio. 


He de reconocer que mi pareja está haciendo un gran esfuerzo en este sentido, teniendo en cuenta, sobre todo, que está aprovechando la cuarentena para dejar de fumar. También mi hijo que está sin poder salir a la calle, ver a sus amigos personalmente y desfogarse. Y, yo, que siempre he dicho que no aguantaría ni 3 días metida en casa... (toma taza y media) 

Hay algunas ideas (que he ido recogiendo de un sitio u  otro) que me están ayudando cuando aparecen algunos conflictos en casa.  A veces, me ayudan en el momento de afrontarlos y otras después de afrontarlos fatal para pensar cómo mejorar las siguientes veces . Comparto:  

CUIDADO CUANDO ABRES LA BOCA 

Básicamente, se trata de decirse a una misma antes de hablar: "Si no vas a decir algo bueno o de buenas maneras, mejor cállate" 

TIEMPOS FUERA 

Cuando una está con mucha rabia, tristeza o miedo , quizás es mejor retirarse un "tiempo fuera" de la convivencia para buscar algo de calma y seguridad y después volver . Si notamos un nudo en la garganta  o una bola de fuego por dentro ante una situación con nuestro hijo, quizás es mejor decir "Espera un momento , me voy a calmar y en un rato hablamos "  Yo me calmo con unas pocas respiraciones o saliendo a la ventana a que me dé el sol o tumbada en la cama leyendo un rato. Cada una tendrá su truco.  Hacer esto así también puede servir de ejemplo para los niños y niñas. 

LA REGLA DE LAS TRES R 

Esta regla escuchada a Roberto Aguado se trata de afrontar un conflicto de una manera asertiva y facilitadora al entendimiento. Se trataría de seguir tres pasos : 

RESENTIMIENTO 

Se trata de decir lo que sentimos, indicar nuestro malestar y transmitir los motivos con hechos. 
Por ejemplo: "Me siento molesta porque has puesto la música a un volumen muy alto en la sala" 


REQUERIMIENTO 

En este momento, comunicamos cuál sería la solución y, con ella,  la emoción que quitaría ese malestar. "Para sentirme bien, me gustaría que pusieras la música más baja y así  seguir estando juntos en la sala , que me apetece mucho"
Es un requerimiento sincero , sin "echar la culpa" a nadie o hacer "chantajes emocionales". 

RECONOCIMIENTO 

En este punto, podemos decir si hay algo que hemos hecho o no hemos hecho para que la situación se esté produciendo así: "Reconozco que la música alta no me gusta nunca y menos estos días que estoy más inquieta y  con más necesidad de calma" 
El reconocimiento tiene que ser sincero y hablando de mí, no de lo que la otra persona ha hecho o ha dejado de hacer. 

Estas tres R quizás no solucionen el conflicto a la primera, y sí abren las puertas a poder abordarlo de una forma más tranquila y hacia lo racional … ya que hemos "despejado" el malestar emocional que a veces nos bloquea ante los conflictos.

NO SE TRATA DE VER QUIÉN GANA LA DISCUSIÓN

La finalidad de resolver el conflicto debe ser poder  seguir con una convivencia dentro de un marco de seguridad. No se trata de un ejercicio de "autoafirmación" de poder ante la otra persona. Muchas discusiones se convierten, al final, en una batalla a ver quién gana, quién tiene más razón o más poder. Decirse a una misma antes de hablar : " A ver cómo salimos del conflicto sin que sea una pelea de gallos" puede ayudar. 



Y hasta aquí lo que os cuento del día de ayer …Y, sí, al final la música bajó de volumen y renegociamos el horario de pantallas, quitando de un lado y poniendo de otro...Con cintura y después de un buen rato tratando de recordar alguna de estas cosas...con más éxito o menos...



Bego Ruiz.Psicóloga, educadora y psicomotricista con formación en Vinculación Emocional Consciente. 

Con la colaboración de la Fundación Accenture. Educación Emocional para la Promoción del Buen Trato y la Prevención del Maltrato y Abuso a la Infancia.