¿ES POSIBLE CUIDAR BIEN ESTANDO ESTRESADA? Diario de una madre en desescalada.

¿Es posible cuidar, criar bien estando estresada? Es una pregunta que ya me hacía antes de esta etapa de pandemia. Ahora, que parece fundamental que padres y madres podamos sostener emocionalmente a nuestros hijos e hijas , me vuelve con mucha intensidad.

Son varias razones las que me han llevado a preguntarme ahora esto. Por una parte, voy percibiendo en mí misma cierto estrés a la hora de tener que conciliar  teletrabajo, apoyo en el homeschooling y la crianza en general dentro de una incertidumbre de futuro. Tengo algunos datos "objetivos" de que este estrés está provocando determinadas reacciones en mí que revierten en mi hijo no muy positivamente. Además, he escuchado últimamente a personas expertas hablar de las consecuencias negativas del estrés de padres y madres en el desarrollo psicológico de sus hijos e hijas. 



Podríamos empezar por diferenciar entre 
dos dimensiones del estrés. Por una parte, el llamado eustrés  y el distrés. El eustrés es lo que podríamos llamar "estrés positivo". Relacionado con la hormona de la felicidad (la dopamina),  es el que nos permite  salir de la zona de confort y enfrentarnos a algunos retos  concretos. Generar una respuesta de afrontamiento para hacer algunas tareas concretas con la percepción de que podemos controlar la situación. Viene acompañado de emociones como la seguridad, la curiosidad o incluso la calma. 
El distrés sería el estrés "negativo". Asociado con la hormona de la "ansiedad" (cortisol), es el que se activa cuando percibimos alguna amenaza interna o externa para la que hay que hacer un esfuerzo excesivo. Un conflicto, una situación que podemos ver como algo incontrolable por su volumen o intensidad en el tiempo.  Viene acompañado de emociones como el miedo, la rabia, el rechazo o incluso una euforia excesiva. Si este distrés permanece durante mucho tiempo o a niveles muy altos puede provocar ansiedad, depresión y otras alteraciones del estado de ánimo.  

Las investigaciones mantienen que el distrés mantenido y potente en padres y madres disminuye la calidad de sus interacciones con sus hijos e hijas. Entre otras cosas, por ejemplo no juegan tanto con ellas, no les leen cuentos, no están en disposición de escuchar ... Esto puede hacer, por ejemplo, que en los niños y niñas haya una menor receptividad a los estímulos externos. Que haya un efecto inmunodepresor, haciéndose más frágiles físicamente ... Dificultades en la generación y mantenimiento de la afectividad dentro del vínculo del apego ... (Desde la charla con Enrique Arranz Psicología de la Familia Universidad del País Vasco en la Jornada Promoción Familiar para un desarrollo psicológico sostenible en los niños y niñas organizada por BBKFAMILY el 14 de Mayo 2020) 



Hay diferentes factores que ya vivíamos las familias antes de la pandemia que desencadenaban estrés negativo. Pienso que hemos podido recuperar algunas vivencias en casa  estando en familia que nos han permitido vivir algo más de eustrés y disponer de más tiempo de interacción familiar.  Y, sin embargo, los datos nos están demostrando que los niveles de distrés en las familias también están presentes y podrían aumentar debido a la presencia de diferentes factores generadores de un estrés negativo. Por ejemplo:

  • Las dificultades económicas que están viviendo muchas familias ante la inactividad, los despidos y la pobreza previa ya existente. 
  • Las dificultades de salud de algunas familias por la enfermedad de la COVID-19 y sus secuelas. A esas, a veces, hemos de añadir las enfermedades previas que continúan u otras nuevas de tipo físico, mental, sociosanitarias, toxicomanías etc ...
  • Las dificultades de atender a hijos e hijas sin contar con una red profesional o familiar de apoyo cercana presencial  (en casos de discapacidad, desprotección, familias monomarentales ...) 
  • La violencia física, psicológica o sexual que puede haber en algunas casas, silenciada antes y ahora , con formas menos  accesibles para pedir o recibir ayuda. 
  • La dificultad de atender la sintomatología emocional que está apareciendo en algunos niños y niñas,  sin contar con recursos personales en las familias o profesionales de primera mano. 
  • La no posible conciliación real del teletrabajo con el homeschooling y con la crianza en general, que se traduce en  malestar. Incrementado por la incertidumbre de cómo continuar con ello o qué hacer cuando haya que  volver a trabajar presencialmente y no haya escuelas, recursos de ocio o abuelos disponibles para quedarse con los niños y niñas.  
Efectivamente, aparte de todos estos factores externos ,están los recursos internos que cada persona cuenta para afrontar situaciones complicadas y que pueden aumentar o disminuir el impacto de estos factores estresantes externos. Recursos económicos, sociales, familiares y emocionales. 

He de reconocer que, en mi caso, afortunadamente, no me ha tocado lidiar con tantos  factores estresantes en esta temporada. Y que los que más me tocan , podría amortiguarlos con recursos internos que sé puedo poner en marcha.  Por ejemplo, reduciendo expectativas de rendimiento en diferentes ámbitos como trabajadora, como madre, como pareja ...(algo que evidentemente no consigo hacer del todo) Además, sé que tengo mucha suerte ya que cuento con recursos de apoyo  en mi pareja, en mi hermano, amigas e incluso a nivel laboral ( con un buen nivel de comprensión por parte de la dirección)... Y, sin embargo, me siento estresada,  a veces, sí ...



Tengo la conciencia palpable de cómo el distrés que vivo en algunos momentos me está afectando y afecta a mi hijo . Grito más cuando una norma no se cumple, bufo de desesperación cuando siento que mi hijo no está atento al explicarle algo de los deberes, siento ganas de tirar las palmeras de hojaldre que se me han quemado por estar atenta a la vez a la lavadora y a responder un email, pregunto las cosas con un tono cortante y echo la culpa a mi familia de que me duela la espalda por no haber tenido ni 20 minutos para mí misma para hacer mis ejercicios corporales ... También discuto con mi pareja por tonterías claro ... Y noto como mi hijo me mira ... Y me dice: "ama, no bufes por favor que me hace sentir triste ", no me digas eso que me creo que soy tonto",  "ama tranquila que todo va a salir bien "...

Ayer era tal mi "comedura de cabeza" que me llevó  a hacer una pregunta insólita (y no sé si estúpida)  a mi hijo (10 años) "¿Crees que mamá te cuida bien? Del 0 al 10, cuántos puntos le darías a cómo te cuido?" Mi hijo se me quedó mirando con una sensación de extrañeza y queriendo decir: esta pobre mujer qué dice... Su respuesta fue: "Muy bien ama, entre un 9 y un 10"  Cuando le pregunté sobre qué podría hacer yo para subir un poco más la puntuación, me dijo que quizás dejarle ver más tiempo las pantallas o comprarle la PLAY o  la Nintendo  ya que es el único de su clase  que no las tiene. Luego, me dijo : "Ama, tranquila, lo haces muy bien" Y me dio un abrazo. Chico listo ... Sabía que eso era lo que necesitaba escuchar y sentir...

Y más allá de mis "comeduras de cabeza", hablo con otras madres y padres del círculo personal y también profesional. Y escucho a algunas madres y padres  bastante estresados con el día a día, sobre todo, por la incertidumbre de qué va a ocurrir con sus hijos e hijas si sigue este modelo de teletrabajo+ homeschooling o cuando tengan que volver a trabajar presencialmente, sin poder contar con abuelos/as para el cuidado o no poder costearse a una persona cuidadora o no tener la certeza de que alguna que puedan contratar sea segura para sus hijos e hijas...Y, también, a otras familias estresadas por pensar cómo van a pagar la hipoteca de la vivienda familiar, cómo van a dar de comer a sus hijos e hijas ... 



Entiendo que hay aspectos que las familias podemos trabajarnos a nivel interno para vivir las cosas "amenazantes" con otras expectativas y emociones más adaptativas... Poniendo, por ejemplo, la mirada en lo positivo de estar  más tiempo en casa juntos/as, poder ayudar a tus hijos/as con las tareas, volver a implicarnos en los procesos educativos de tipo escolar, crear cosas conjuntamente, no perder tiempo en viajes al trabajo presencial, desarrollar habilidades de organización de tareas , de impulsar responsabilidades autónomas en niños y niñas  ... 

Sé también que hay factores de distrés externos que las familias necesitamos que desaparezcan o disminuyan , crear redes de apoyo naturales entre familias o profesionales que nos protejan frente a los factores estresantes .... Y para ello hay que ir haciendo  propuestas concretas  y ponerlas en marcha . Y ahí nuestra capacidad está limitada ... Podemos proponer o pedir pero necesitamos ser escuchadas ... 

Me encanta pasar tiempo con mi hijo, lo adoro .Me encanta mi trabajo, disfruto trabajando (puede que esté loca pero es así)  Me gusta también ayudar de forma serena a mi hijo con los deberes y orientarle sobre cómo hacer una canción con 7 palabras sobre la materia y sus estados en la naturaleza ... Me gusta cocinar ... Pero todo junto y con un volumen demasiado intenso dentro de una incertidumbre  se me hace bola a veces ... 

Como en muchas otras crisis sanitarias, sociales o económicas la familia es el pilar que posibilita el seguir adelante. En este caso, también está siendo así y seguirá así , pero ¡ojo! ¿a qué precio? Necesitamos tener menos factores de distrés, más factores protectores y medidas que nos ayuden. Más que nada porque está en juego la salud psicológica de la infancia. Enrique Arranz, catedrático de Psicología de la Familia de la UPV decía en el encuentro impulsado por BBKFAMILY que una inversión política y social en la Familia dentro de modelos de parentomarentalidad positiva es un AHORRO económico en futuros gastos de salud, educación, justicia ... 



Así que bien, yo trataré de modular mi vivencia "multicartera" de  madre+educadora profesional+ "profesora" de apoyo + ...También pido  que empecemos a pensar todas, familias, escuelas, recursos sociales, política ... en qué modelo vamos a construir de apoyo a las familias  y a niños y niñas para garantizar su desarrollo sano  en estos tiempos que llegan. 

Pues eso, que ya me he desahogado ... Esto deber ser bueno para neutralizar el cortisol .... 

Bego Ruiz  Ibáñez . Psicóloga , educadora social y psicomotricista. 

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